El 15 de Noviembre de 1989
Austria y la RDA buscaban la segunda plaza del grupo 3 (comandado por
la Unión Soviética) que les permitiese sacar el billete para el
mundial de Italia. A los alemanes les podía basta un empate, pero un
triplete del ariete sevillista Antón Polster desequilibró la
balanza a favor de los austriacos. Aquel sería el último partido
oficial de la República Democrática de Alemania.
La selección dirigida por Josef
Hickersberger (que volvió a ser seleccionador en la Eurocopa de
2008), ausente de las últimas grandes citas, llegaba a
Italia como un equipo rocoso (capaz de ganar a España como visitante) , cuyo juego basculaba alrededor de Andreas
Herzog, un experimentado Linderberger en la porteria y un ariete
goleador de los de antes, Anton Polster. Sin embargo, y en un grupo
no demasiado complicado, Austria demostró muy poco y tuvo que hacer
las maletas a las primeras de cambio. Dos derrotas por la mínima
ante Italia y Checoslovaquia y un sufrido triunfo frente a Estados
Unidos fue su bagaje. El desastre se confirmó unos meses después
cuando perdieron por 1 – 0 frente a las Islas Feroe, que disputaba
el primer partido de su historia.
Klaus Linderberger. Suplente en el
mundial de España 82, Klaus Linderberger era uno de los guardametas
europeos más completos del momento. Indiscutible en el marco
austriaco durante todo el mundial disputó 43 partidos con su país.
La mayor parte de su carrera desportiva estuvo vinculado al LASK
Linz.
Kurt Russ. Lateral derecho fijo
para Josef Hickersberger, disputó un total de 28 encuentros
internacionales. Algo limitado técnicamente, era un jugador muy
físico.
Anton Pfeffer. Un comodín para la
defensa austriaca capaz de desenvolverse tanto en el centro como en
los laterales. 63 veces internacional también disputó el mundial de
Francia 98, jugó siempre para el Austria Viena.
Michel Streiter. En el mundial de
Italia desempeñó el cometido de lateral izquierdo. 34 veces
internacional pasó por varios equipos de su país como Wacker
Innsbruck, Tirol Innsbruck y Austria Viena.
Robert Pecl. Uno de los fijos en
el centro de la defensa. 31 partidos como internacional, jugó más
de una década para el Rapid de Viena.
Ernst Aigner. Hombre libre y jefe
de la defensa austriaca. No perdía la posición, pero no progresó
futbolísticamente todo lo que se esperaba de él. Únicamente
disputó once encuentros con su selección.
Peter Schöttel. Defensa
polivalente no exento de calidad. 63 veces internacional, también
disputó el mundial de Francia 98. Un histórico del Rapid de Viena,
auténtico ídolo para la afición, disputó la final de la Recopa de
1996 frente al PSG.
Manfred Zack. Pivote defensivo. 49
internacionalidades y 5 goles. Buen medio con potente disparo. Uno de
los hombres claves del equipo austriaco, tanto por juego, como por
personalidad.
Manfred Linzmaier. Este
centrocampista Iba a ser uno de los fijos pero solo jugó el primer
partido. 25 veces internacional. Linzmaier fue uno de los jugadores
franquicia del efímero Swarovski Tirol.
Peter Artner. Un futbolista muy
polivalente, válido para el centro del campo y para la defensa. Jugó
55 partidos con la selección de Austria y contribuyó a que el
Casino Salzburgo alcanzase el subcampeonato de la Copa UEFA en 1994.
Jugó una temporada en el Hércules de Alicante.
Alfred Hortnagl. Peón de brega,
se convirtió en el primer recambio para el centro del campo. Disputó
27 encuentros con la camiseta austriaca.
Andreas Herzog. El mejor jugador austriaco de las últimas décadas. El típico jugador diez, ofensivo con gol y visión de juego. Futbolista con más partidos en la historia de la selección austriaca, 103 (y 26 goles), también llegó al mundial de Francia. Idolo en el Rapid de Viena y también en el Werder Bremen (campeón de la Bundesliga en 1992 – 93).
Andreas Ogris. Un seguro de vida
cara al gol. 11 goles en 63 partidos internacionales. Un gol suyo
contribuyó a la única victoria mundialista frente a Estados Unidos.
Tuvo un efímero paso por el Espanyol.
Gerard Rodax. Mucho ruido y pocas
nueces. De Bota Plata en 1989 a otro de los fiascos fichado por Jesús
Gil y Gil para el Atletico (debía ser el nuevo Hugo Sánchez). En veinte partidos con la selección anotó
tres goles.
Toni Polster. El capitán era un ariete de los de
antes, un referente en el Sevilla de la época y máximo goleador
histórico de su selección (44 goles en 95 partidos). Tenía la meta
contraria metida entre ceja y ceja y una pegada tremenda. En el
fútbol actual se echan de menos delanteros como él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario