En la mayor región industrial de
Alemania (y una de las más pobladas), la Cuenca del Ruhr, se enclava
la ciudad de Gelsenkirchen, sede del F.C. Schalke 04, un equipo que
sorprendió a todo el mundo levantando al Copa de la UEFA en la
temporada 1996-96 (la última edición cuya final se disputó a doble
partido). Quiso la casualidad que su rival en el Derbi del Ruhr, el
Borussia Dortmund conquistase la Liga de Campeones derrotando en la
final al Juventus de Turín.
Su estilo de juego directo y demoledor
le valió al equipo ser conocido como Eurofighter. Los jugadores del
Schalke 04 (muchos de los cuales llevaban muchos años jugando
juntos) tiraron de oficio y épica para ir superando eliminatoria
tras eliminatoria (Roda, Trabzonsport, Brujas, Valencia, Tenerife e
Inter de Milan), a pesar de partir siempre con el papel de víctima,
todos muy atrás, muy juntos, maniatando al contrario (en apariencia
un juego muy sencillo). Los alemanes (especialmente en su estadio que
convirtieron en un fortín inexpugnable) sometían a los rivales a un
bombardeo continuo (nueve de los dieciocho goles conseguidos en la
competición fueron de cabeza) que terminaba siendo letal para la
defensa visitante, que se iban al vestuario con la sensación de
haber sido golpeados por un enorme martillo.
Aquella temporada los
jugadores del Schalke 04 volvieron a demostrar que el fútbol es un
deporte de equipo y el trabajo bien hecho tiene su recompensa. Que
cuando todos están convencidos de lo que hacen y defienden la misma
idea, cuando conocen su función en el campo y colaboran por el bien
común, el triunfo es posible, a pesar de no contar con grandes
nombres. Precisamente en la final se enfrentaron a un Inter de Milan
plagado de estrellas y confeccionado a base de talonario. Los
nostálgicos que añoramos la vieja Copa de la UEFA siempre
recordaremos con cariño el fútbol vertical y directo que practicó
el Schalke 04 para levantar su primer título europeo.
Jens Lehman. Cancerbero alto,
grandes reflejos bajo palos, seguro en las salidas y dominador del
juego aéreo. En el mundial 2006 consiguió desplazar de la
titularidad de la meta alemana a Oliver Kahn.
Yves Eigenrauch. Un auténtico
comodín, capaz de jugar de central, de mediocentro o incluso de
lateral. Contundente y cumplidor. Si la ocasión lo requería era
utilizada para marcajes al hombre. Once temporadas y más de
doscientos partidos disputados con el equipo.
Thomas Linke. Un defensa central
muy completo, con capacidad para elevarse por encima del rival. Muy
bueno subiendo a rematar en las jugadas a balón parado. Valencia y
Tenerife sufrieron su potente remate de cabeza.
Johan de Kock. Internacional
holandés, defensa sobrio y seguro, y como su compañero en la zaga,
contundente y goleador en el área contraria. En Turquía, frente al
Trabzonsport, consiguió dos goles (rematando un córner y una falta
lateral).
Olaf Thon. El capitán del equipo
en todos los sentidos. Jugador veterano, campeón del mundo en el
mundial del '90, fue retrasando su posición hasta convertirse en uno
de los últimos líberos del fútbol europeo. Según el momento su
pierna podía ser un cañón o un guante. Futbolista de gran
personalidad y jearquía, dirigía con maestría el juego del equipo.
Más de 400 partidos en la Bundesliga repartidos entre el Bayern y el
Schalke.
Mike Büskens. Jugador muy
completo que jugaba por el centro o en la banda izquierda, poseedor
de un potente disparo con la zurda, como demostró en Brujas, cuando
jugando bajo la nieve se sacó un zapatazo que acabó en el fondo de
la red.
Radoslav Latal. Incombustible e
insustituible en la banda derecha, jugó la final de la Eurocopa con
la República Checa. Dinámico, capaz de desdoblarse y meter buenos
centros al corazón del área.
Jiri Nemec. Un portento físico,
incansable, el internacional checo abarcaba mucho campo y siempre
estaba preparado para ayudar al compañero necesitado. Nemec disputó
más de doscientos cincuenta partidos con el Schalke 04, disputó el
mundial de Italia '90 con la selección de Checoslovaquia y fue
subcampeón en la Euro'96 frente a Alemania. Además de la UEFA ganó
dos Copas de Alemania con el Schalke 04.
Andreas Müller. El veterano
futbolista era el encargado de equilibrar al equipo. Bien posicionado
y bueno en la conducción del balón.
Ingo Anderbrugge. Uno de los medio
campistas más utilizados a lo largo de la temporada. Un hombre para
todo, encargado de los saques de esquinas y muchas de las faltas
cercanas al área. Buen toque, y buena pegada.
Marc Wilmots. Estuvo enchufado
durante toda la competición, fue el máximo goleador del equipo.
Magnífico llegando desde segunda línea. Internacional belga estuvo
presente en cuatro mundiales.
Martín Max. Rápido y vertical,
goleador y asistente, se entendía a la perfección con su compañero
Mulder. Máximo goleador de la Bundesliga en dos ocasiones.
Yuri Mulder. El holandés era un
auténtico tanque capaz de rematar cualquier balón que caiga cerca.
Una desafortunada lesión lo dejó sin poder disputar la final.
Thomas Dooley. El internacional
estadounidense fue el primer recambio para la defensa. Aunque ya era
bastante veterano siempre demostró su saber hacer.
David Wagner. El delantero
norteamericano solía ser utilizado en las segundas partes, en los
minutos finales de los partidos.