¿Y que decir de un país en que los goles sirven para cubrir otras carencias?, ¿y que ocurre cuando los goles los marcan otros?.
Queremos seguir los pasos de Alemania, y miramos por encima del hombro a otros países a los que consideramos inferiores y la noche del 24 de abril de 2013, partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones, un polaco a base de pelotazos revienta enormes egos rellenos de humo . . . grande Robert Lewandoski.
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