El verano de 1990, una vez finalizado el Mundial de Italia, el Real Madrid se fijó en un defensa central que había destacado con la selección de Yugoslavia, Pedrag Spasic, marcador pegajoso que llegó a ser conocido como "Agente Spasic". Un Real Madrid que venía de enlazar cinco ligas consecutivas pensaba haber resuelto el eterno problema del central. La historia fue muy diferente.
Pedrag Spasic no debutó con buen pie en el Santiago Bernabeú, nunca dio sensación de seguridad, ni de tener suficiente calidad para jugar en un equipo como el Real Madrid, que por otra parte, comenzaba a sentir el desgaste de un lustro glorioso. Y fue precisamente jugando contra el Fútbol Club Barcelona en el Camp Nou cuando se hizo patente el desafortunado periplo de Spasic en la "Casa Blanca", cuando tras un saque de esquina el defensa serbio introdujo el balón en la meta defendida por Jaro. Aquello terminó de clavar el ataúd donde prensa y afición habían metido a Spasic.
Tras su paso por el Real Madrid, Spasic jugó, sin mucho éxito, en el Club Atlético Osasuna, y cuando el equipo navarro descendió a segunda división fichó por el At. Marbella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario