La selección boliviana convirtió el estadio de la Paz en un fortín imposible de asaltar, y consiguió de manera brillante el pasaporte para el mundial de Estados Unidos 1994.
El doctor Xabier Azkargorta fue el gurú que necesitaba esta generación de buenos futbolistas. Excelente en la motivación y en los planteamientos tácticos.
El mismo bloque que consiguió la clasificación formó parte del plantel mundialista.
Carlos Trucco defendió con solvencia el arco boliviano.
Azkargorta planteaba una defensa sólida y Gustavo Quinteros ejercía la función de libero. Delantero reconvertido poseía un excelente manejo de balón.
Miguel Ángel "Correcaminos" Rimba (86 internacionalidades) y Marcos Sandy (93), eran marcadores centrales muy eficientes, que formaron el núcleo duro de la zaga.
Carlos Borja, uno de los capitanes, por la derecha, y Luis Cristaldo, por la izquierda, actuaban como volantes laterales o carrileros.
El cerebro Milton Melgar, en torno a el se mueve el equipo.
Julio Cesar Baldivieso y Erwin "Platini" Sánchez arman todo el juego ofensivo del equipo. Un medio del campo de muchos quilates.
Marco Etcheverry "el Diablo" un espíritu libre que se mueve con soltura por todo el campo. Auténtica estrella y alma de la selección.
William Luis Ramallo era el hombre gol boliviano. Con siete dianas se convirtió en el máximo anotador de la fase sudamericana.
Ramiro Castillo, Álvaro Peña y Juan Manuel Peña también colaboraron en la gesta.
Vladimir Soria fue la principal incorporación al plantel que disputó el mundial. Soria jugó los tres partidos de la cita mundialista.