miércoles, 21 de abril de 2021

SAFET "PAPE" SUSIC.

 



Safet Susic es historia viva del fútbol bosnio. Estamos ante uno de los mejores jugadores europeos de los años '80, internacional absoluto con Yugoslavia (54 partidos y 21 goles), disputó los mundiales del '82 y del '90, y la Eurocopa celebrada en Francia en 1984. Precisamente gran parte de su carrera futbolística la desarrolló jugando en la liga francesa, defendiendo la camiseta del PSG. Estamos ante la primera gran estrella del equipo parisino en el que jugó entre 1982 y 1991, con el que disputó 344 partidos, en los que consiguió 85 goles y 103 asistencias. Safet Susi era un exquisito jugador con olfato de gol que fue alejándose del área con los años, para convertirse en un maravilloso centrocampista que conseguía mejorar la capacidad ofensiva de su equipo. Considerado el mejor futbolista de la historia nacido en Bosnia, en el año 2014 como seleccionador nacional, consiguió clasificar a su país para el mundial de Brasil.

domingo, 18 de abril de 2021

URUGUAY CAMPEÓN COPA AMÉRICA 1987.

 


Argentina, de la mano de Diego Maradona, reinaba en el mundo, pero en América, el campeón indiscutible era Uruguay. En 1983 la selección gana la Copa América derrotando a Brasil y en 1987 se presentaba en Argentina con la intención de revalidar el título y consolidar su hegemonía en el continente. 





Como vigente equipo campeón, Uruguay se clasificó directamente para semifinales. Un gol de Antonio Alzamendi hizo enmudecer el estadio Monumental y la albiceleste, que el verano anterior había alcanzado la gloria en México, quedaba eliminada en su propia casa. 



En la final, con gol de Pablo Bengoechea, Uruguay volvía a vencer por la mínima, en este caso a Chile. Dos partidos, dos goles y una nueva Copa América para la celeste.


Eduardo Pereira. Era el arquero de moda en el fútbol uruguayo en esos momentos. Era el capitán de Peñarol de Montevidero que ese mismo año ganaría la Copa Libertadores. Campeón de América por partida doble (clubes y selecciones). Acudió al mundial de Italia '90 pero no disputó ningún minuto.



José Luis Pintos Saldanha. El Chango Saldanha, un defensa fuerte y aguerrido, que se desenvolvía por cualquiera de las dos bandas. Con 400 partidos es un santo y seña de Nacional. La temporada siguiente se proclamó campeón de la Copa Libetadores con su club y del mundo al derrotar a PSV en la Copa Intercontinental.



Alfonso Dominguez. Versátil defensa que se adaptaba bien al lateral izquierdo. Integrante, junto a Pereira, Trasante, Perdomo y Matosas del Peñarol de Montevideo. Disputó 31 partidos con la selección.


Obdulio Trasante. Era un defensa de Peñarol que apenas disputó cinco encuentros con la selección uruguaya, pero que fueron suficientes para levantar la Copa América e inscribir su nombre con letras de oro en el palmarés continental. Formó un tandem defensivo con Nelson Gutierrez.



Nelson Gutierrez. Un clásico del fútbol sudamericano en la década de los '80. El Tano Gutierrez es toda una institución en Uruguay, un cacique de fuerte temperamento que no se arrugaba ante nadie. Con 20 años ya era titular en Peñarol que ganó la libertadores de 1982 y la Intercontinental del mismo año. En 1983 fue campeón de América con Uruguay. Integró el equipo ideal de América en 1986 y 1987. En River Plate, equipo en el que coincidió con Alzamendi, formó una excelente dupla defensiva con el Cabezó Ruggeri. Juntos ganaron Copa Libertadores e Intercontinental en 1986. Disputó los mundiales de México y de Italia, siendo titular en todos los partidos de ambas citas. Jugó en el Logroñés en la etapa más gloriosa del equipo riojano.


Gustavo Matosas. Aunque nació en Argentina se decantó desde joven por Uruguay. Otro de los integrantes del Peñarol campeón. Destacaba por su personalidad en la cancha, era un jugador defensivo, que si la situación lo requería podía anular a la figura rival. Los tres mediocampistas de este selección pasaron por la liga española y los tres jugaron en equipos andaluces; Matosas en el Málaga, Perdomo en el Betis y Bengoechea en el Sevilla.



Pablo Bengoechea. Centrocampista incombustible, de fuerte carácter y olfato de gol, este tipo de futbolista que siempre te gusta que juegue en tu equipo, pero que odias cuando es rival. Pasó por el Sevilla donde dejó constancia de su calidad. Con Peñarol ganó cinco ligas consecutivas (93 – 97). En 1995 volvió a ganar la Copa América y además volvió a marcar en la final.



José Perdomo. Capitán y alma charrua. Un titán para la media cancha, poseedor de un disparo estratoférico a media/larga distancia. Su calidad no pasó desapercibida en Europa, donde jugó en el Coventry, la Genoa y el Real Bestis, aunque no llegó a triunfar en ninguno. 27 veces internacional con Uruguay, titular en el mundial de Italia '90. Un gol suyo jugando el derbi de la Plata, defendiendo la zamara de Gimnasia y Esgrima provocó un terremoto la ciudad.



Enzo Francescoli. El Príncipe es uno de los jugadores más finos y elegantes que dio el fútbol uruguayo. A esa elegancia sumaba inteligencia táctica y olfato de gol. Siempre se dijo de él que era un 10 que jugaba de 9. Disputó cinco Copas de América y levantó el trofeó en tres ocasiones (1983, 1987 y 1995). A pesar de su innegable calidad no pudo triunfar en Europa y entonces volvió al continente americano para convertirse en una leyenda para River Plate. Dos veces mejor jugador americano del año (1984 y 1995).



Antonio Alzamendi. Un gol suyo eliminó a la albiceleste. Un fino goleador de carácter ganador que pudieron disfrutar los aficionados de Las Gaunas. En 1986 fue reconocido mejor jugador de América. Con River Plate lo ganó todo, incluyendo la Copa Intercontinental, en la que derrotó a Steaua con gol suyo.



Ruben Sosa. Uno de los grandes arietes sudamericanos de finales del siglo XX. Un jugador técnico y exquisito, jugó en varios equipos de diferentes ligas (Danubio, Zaragoza, Lazio, Logroñés, Inter de Milán, Borussia Dortmund, Nacional....) y en todos dejó goles y buen recuerdo. Por algo será. No obstante siempre nos quedará la sensación que Rubén Sosa tenía calidad para lograr mucho más.



sábado, 17 de abril de 2021

ANGELO COLOMBO.

 


Todos conocen a Ruud Gullit, Marco Van Basten y Frank Rijkaard, y también a Franco Baresi, Paolo Maldini y Roberto Donadoni, pero pocos recuerdan a Angelo Colombo, jugador de equipo y pieza inamovible del once inicial en el Milan de Arrigo Sacchi que dominó el fútbol europeo a finales de la década de los ´80. Colombo era un interior derecho disciplinado y táctico, de esos que confieren equilibrio y razón de ser a un esquema de juego. Jugó en Milan entre 1987 y 1990 (la final ante el Benfia fue su último partido como rossonero), anteriormente había defendido las camisetas del Avellino y el Udinese, y posteriormente la del Bari.

jueves, 15 de abril de 2021

REAL VALLADOLID SUBCAMPEÓN DE COPA 1989.

 


La temporada 1988/1989 fue muy especial a orillas del río Pisuerga, y tres décadas más tardes aún se recuerda con cariño la gesta de un equipo modesto que se plantó en la final de la Copa del Rey para plantar cara el intratable Real Madrid de la Quinta del Buitre. El chileno Vicente Cantatore montó un equipo que jugaba con las líneas muy juntitas, incomodando al rival y sacando petróleo de los goles que fabricaba una delantera muy dinámica. Cantatore era un gran motivador, daba a los jugadores confianza total y absoluta en sus propias cualidades y conseguía que cada futbolista se creyese el mejor en su puesto.


Cuatro eliminatorias muy igualadas, disputadas hasta la extenuación llenaron de ilusión las calles pucelanas. Zaragoza, Athletic de Bilbao, Cádiz (después de una tanda de penaltis) y Deportivo de la Coruña (en una prórroga agónica) fueron los sucesivos obstáculos que el Real Valladolid fue superandon para disputar la finalísima en el Estadio Vicente Calderón. Esta misma campaña el equipo logró un meritorio sexto puesto en la clasificación de la Liga Española.



Mauro Ravnic. Dueño absoluto de la meta vallisoletana durante dos temporadas (de las cuatro que estuvo en el club) y titular en todos los partidos de la Copa. Croata nacido en Rijeka, Ravnic caló muy hondo en la afición y aún hoy es considerado un icono del club. A mediados de los '80 llegó a ser internacional con Yugoslavia en seis ocasiones. Tras abandonar Valladolid recaló en Lleida para convertirse en pieza clave en el ascenso a primera división del club catalán.



Patri. Patricio Sánchez fue una pieza clave del Valladolid de Cantatore, carrilero derecho con buen trato del balón, con capacidad para salir desde atrás. Disputó todos los partidos de la Copa del Rey pero se perdió la final por una sanción. Marcó un gol al Athletic de Bilbao en el partido de vuelta de los octavos de final (3 – 1 ). La irrupción de Cuaresma apartó a Patri de la élite del fútbol nacional.



José Lemos. Lateral derecho en su etapa en el Celta de Vigo, se recicló a lateral izquierdo en Valladolid. Un jugador eminentemente defensivo, un lateral de los de antes, de esos que amarraban bien atrás. Disputó todos los encuentros de la Copa del Rey de ese año.



Branco Miljus. Lateral por las dos bandas, defensa central y si es necesario, también centrocampista. Miljus era uno de los tres yugoslavos que coincidieron en el Valladolid y en la finalísima contra el Real Madrid le tocó ocupar la demarcación de lateral derecho. Precisamente el espacio por donde llegó el gol de Rafael Gordillo. Antiguo capitán del Hadjuk de Split, disputó la Eurocopa de 1984 con Yugoslavia y ese mismo año se colgó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.



Albert Albesa. Canterano del FC Barcelona se desempeñaba como central o como líbero y pasó por Valladolid antes de asentarse en la zaga del Espanyol. Cantatore confiafa plenamente en él y lo convirtió en uno de los indiscutibles de la defensa.



Gonzalo Arguiñano. Un defensa central de los de antes, de la escuela vasca, sin gran capacidad técnica, pero lo suficientemente sobrio y expeditivo para ganarse el sitio en cualquiera de los clubes en los que militó. Acompañó a Mauro Ravnic en su aventura ilerdense. Gonzalo era de ese tipo de centrales que prefieres tener siempre en tu equipo.


Enrique Moreno. Prometedor libero, Ricardo Arias le cerró el paso en Valencia y Moreno terminó asentándose en Valladolid llegando a jugar 122 partidos con la zamarra blanquivioleta. Esta temporada era uno de los principales recambios defensivos, su bigote y su melena al viento fueron sus señas de identidad. Disputó cinco partidos en la competición copera. Falleció prematuramente en el año 2012.



Damián. Luis Damián era un interior diestro de enorme calidad pero que no llegó a asentarse en el equipo titular vallisoletano. Aunque únicamente disputó cuatro encuentros coperos, pasará a la historia por haber formado en el once inicial en la final. Suyo fue el primer gol de la competición, aquel que sirvió para derrotar al Zaragoza a domicilio en el partido de ida de los dieciseisavos de final.



Fernando Hierro. El jugador de mayor proyección de la plantilla, era un centrocampista todoterreno, bregador, con excelente disparo, buen manejo de balón y gran inteligencia táctica. Vicente Cantatore aprovechó todas estas cualidades para desplegarlo en la media cancha. Después de este partido marchó al Real Madrid para convertirse en uno de los mejores defensas de su historia.



Albis. Ricardo Albisbeascoechea era un futbolista hispanoargentino de dilatada carrera en la que pasó por varios equipos argentinos y españoles. Jugador con vocación ofensiva, poco a poco fue retrasando hacia posiciones más creativas. Disputó seis partidos y consiguió un gol en la semifinal contra el Deportivo de La Coruña.



Minguela. Una institución del Valladolid, una banda violeta de su escudo. Luis Mariano Minguela esa parte imprescindible en la historia del club, cuya camiseta defendió durante quince temporadas (doce de ellas en primera división). Es además el segundo jugador con más partidos por detrás de Marcos. Minguela fue imprescindible para todos los técnicos que pasaron por Zorrilla, y compensaba sus carencias técnicas con pundonor e inteligencia. Disfrutaba además de un potente disparo y llegó a ser internacional con España en una ocasión. El capitán únicamente se perdió un partido de Copa.


Janko Jankovic. Un delantero tanque a la antigua usanza, que tuvo una dura competencia durante toda la temporada. A pesar de su corpulencia no estaba exento de velocidad y poseía un potente disparo. Aunque sus registros goleadores nunca fueron nada del otro mundo, fijaba la marca y era un incordio para los defensas. Un delantero con el que era sencillo asociarse. Internacional con Croacia.



Manolo Peña. Minuto 106 de la prórroga de semifinales frente al Deportivo de la Coruña, Manolo Peña conseguía el definitivo 2 – 0 y metía al Valladolid en la finalísima. Peña disputó 148 partidos con el equipo pucelano y marcó 52 goles. En una ocasión le metió tres de una tacada al FC Barcelona en el Camp Nou. En cuarto de final otro gol suyo ayudó a eliminar al Cádiz. La final de Copa fue su último partido con el Valladolid pues la campaña siguiente jugó para el Zaragoza. Murió en noviembre de 2012. En 1985 fue subcampeón mundial en categoría juvenil.


Fonseca. Goyo Fonseca aún no se había asentado en la delantera pucelana, pero disputó tres partidos como titular y en otros tres entró desde el banquillo, incluyendo la final, y consiguió dos goles (uno al Zaragoza y otro al Athletic).



Moya. Gabi Moya era el revulsivo preferido de Vicente Cantatore. Hasta en cuatro ocasiones saltó desde el banquillo para ayudar al equipo. Excelente rematador llegando desde la segunda línea.



Alberto López Moreno. Máximo goleador del equipo en la competición con tres goles, y uno de los futbolistas más enchufados de la plantilla. A pesar de su buena racha goleadora y el estado de forma, el mister prefirió no contar con el en la final de Madrid. Estudio medicina y el Valladolid lo contrató como jefe de los servicios médicos del club. La grada de Zorrilla, auténticamente entregada al delantero coreaba aquello de Habilidoso, Alberto habilidoso, habilidoso, Alberto habilidoso. 295 partidos oficiales y 73 goles son los espectaculares números de Alberto habilidoso.


EZAKI BADOU.


Los que tenemos ya una edad, y seguíamos la liga española en los años '80 y '90, disfrutamos en su momento de un porterazo marroquí que militó en las filas del RCD Mallorca, me refiero al inolvidable Ezaki Badou. Estamos ante uno de los mejores cancerberos de la historia, no solo en Marrueco, sino de todo el continente africano. En ese sentido se le otorgó el Balón de Oro africano en el año 86, en parte por su brillante participación en el mundial de México, donde Marruecos llegó a octavos de final para caer por la mínima ante Alemania. En Mallorca disfrutó de una bonita época, y de la mano de Serra Ferrer, alcanzó la final de la Copa del Rey del año 1991. El que fuera Trofeo Zamora de la segunda división en la temporada 1988/89, es de los pocos guardametas que puede presumir de haber detenido un penalty al infalible Ronald Koeman.

martes, 13 de abril de 2021

VASILIJ RATS.


Exquisito zurdo que formó parte de aquel Dinamo de Kiev que sorprendió a Luis Aragonés por su vertiginoso ritmo de juego y a toda Europa por su incontestable triunfo en la final de la Recopa. Ratas se adaptaba tanto al lateral izquierdo como al medio de campo y poseía un potente disparo, como demostró en México '86 con un espectacular golazo a Francia. Genuino representante de la escuela ucraniana vivió la última etapa de esplendor del fútbol soviético en la Euro'88.




lunes, 12 de abril de 2021

DENIS IRWIN.

 


Propietario del carril zurdo de Old Trafford y el de la rocosa selección de Eire durante más de una década. El irlandés Denis Irwin es historia viva del Manchester United, donde coincidió con los Cantoná, Beckham, Giggs, Scholes y compañía, y ganó todos los títulos posibles, siete ligas, tres copas, la Recopa y la Copa de Europa. Está entre los diez jugadores que más partido ha vestido la camiseta de los Diablos Rojos.

domingo, 11 de abril de 2021

UN ONCE CON ADN ROJILLO.

 


Tajonar, la cantera de Osasuna, es un pilar básico del club, aquí se curten muchos de los futbolistas que terminarán defendiendo la camiseta del primer equipo, aquí se forja el ADN rojillo. Llevaba tiempo queriendo escribir algo sobre Osasuna para conmemorar su reciente centenario. Para ello proponemos un once formado por jugadores de la casa. Únicamente he incluido jugadores a los que he visto jugar, por tanto no es un once de los mejores jugadores de la historia del club, ni nada parecido.



Roberto Santamaría. El portero que durante más temporadas ha defendido la portería osasunista en primera división. Sobriedad, regularidad, colocación, agilidad y reflejos, todo un seguro de vida, y un mito viviente del osasunismo. Disputó un total de 291 partidos con el club.



Fermín De Luis. Aguerrido lateral derecho de los de antes, un duro marcador que no dejaba respirar al rival. Fermín De Luis jugó en Osasuna entre 1984 y 1992 disputando un total de 180 partidos. De Luis formó en la alineación titular del histórico partido disputado en Glasgow en 1985 y que suponía el debut de Osasuna en competición europea.



César Cruchaga. Baluarte y jefe de la defensa osasunista durante quince años. Subió del filial directamente para hacerse con un puesto de titular indiscutible. Pieza clave en el ascenso del año 2000 y pilar fundamental en los éxitos del club en la década 2000-2010. Es el jugador rojillo con más partidos en competición europea, 14. Doce temporadas y 386 partidos después, Cruchaga se despedía de la afición como un mito viviente. Antes de hacerlo se aseguró de dejar al equipo otro año más en primera división, fue aquel 31 de mayo de 2009, en el que se conseguía (nuevamente) doblegar al Real Madrid.



Josetxo Romero. Fidelidad y compromiso con el club, Josetxo Romero vivió desde dentro una época vibrante. Después de batirse el cobre en los campos de Segunda División y de ir ganando experiencia partido a partido, de alternar el filial con el primer equipo, y jugar un año cedido en el Eibar, consiguió asentarse en primera durante la primera década del siglo XXI. Con 314 partidos ocupa el octavo lugar en el ranking de partidos disputados con el club. Jugó la final de la Copa del Rey formando pareja con Cruchaga y también participó en la gloriosa campaña en que se alcanzó la semifinal de la Copa UEFA.



Eugenio Bustingorri. Zurdo y polivalente, capaz de jugar en defensa y en el medio de campo. Once temporadas en el club y 370 partidos (el cuarto futbolista con más partidos en la historia del club). Un gol suyo al RCD Espanyol en la temporada 1990/1991 metía a Osasuna en la copa de la UEFA por segunda vez en su historia. Esa misma temporada Bustingorri integró el Once Ideal de la Liga que elaboraba la mítica revista don Balón. El bravísimo jugador participó en algunos de los momentos más importantes en la historia del club, como dos participaciones en la Copa de la UEFa o el famoso 0 – 4 en el Santiago Bernabeu. En 1986 integró el plantel de la selección española sub 21 que alzaba el campeonato de Europa tras vencer a la poderosa Italia en la final disputada a doble partido.


Oier Sanjurjo. Un seguro de vida que siempre cumple, ya sea jugando de central, de lateral, en el medio del campo, sumándose al ataque para marcar un gol agónico o saliendo del banquillo para reforzar al equipo. Oier Sanjurjo es osasunismo puro.



Iñaki Ibañez. Un medio que aporta brega y lucha en el campo, ese carácter que tanto gusta a la afición del Sadar. Ibañez no tenía problemas en sacrificarse para secar a la estrella del equipo rival, cumpliendo siempre las instrucciones del capitán del barco, el inolvidable Pedro Mari Zabalza. Las temporadas 89/90 y 90/91 demostró un gran nivel de juego. Tras un paso discreto por el Valencia regresó a casa. En Pamplona vivió las dos caras del fútbol, la alegre, clasificandose para la Copa UEFA y la amarga, descendiendo a Segunda División.



César Palacios. El 6 de Julio del año 2000, César Palacios tuvo el honor de lanzar el chupinazo de las fiestas de San Fermín. Osasuna acababa de conseguir el ascenso a primera después de varios años deambulando por la Segunda División y Palacios era el capitán del equipo. Una vez en primera división, y a pesar de su calidad, nunca llegó a convertirse en titular indiscutible. En 2004 se marchó al Numancia después de haber disputado 312 partidos con el club, 77 en primera y 195 en segunda.



Roberto Torres. Calidad técnica, exquisito golpeo de balón y olfato de gol, Roberto Torres lleva años siendo uno de los jugadores más destacados del equipo. Su intención es convertirse en otro One Club Man, y mientras tanto a seguir aumentando sus registros goleadores. Si consiguiese más regularidad sería un auténtico crack, cuando está motivado es capaz de cualquier cosa.



Patxi Puñal. ¡No podrán parar a Patxi Puñal!. Un nombre unido por siempre a la historia de Osasuna, 519 encuentros y 27 goles. La voz del entranador en el campo y el corazón de la afición dentro de su pecho, Patxi Puñal es un imprescindible en el once ideal de cualquier osasunista. Personalidad arrolladora, capacidad de mando, sabía interpretar cada acción que se desarrollaba en el campo, maestro a balón parado, con Patxi en el campo, cualquier cosa era posible.



José Ángel Ziganda. El Cuco Ziganda es uno de los goleadores más prolíficos que ha dado la fructífera cantera de Tajonar. Debutó en diciembre de 1987 sustituyendo al tristemente desaparecido Michael Robinson y no tardó con hacerse con un hueco en el once titular. Sus registros goleadores y el tandem que formaba con Jan Urban, llevaron a Osasuna a convertirse en la revelación en la liga 90/91. La temporada siguiente Osasuna jugaba en Europa y el Cuco emigraba a Bilbao. Antes de colgar las botas Ziganda volvió a casa y lo hizo para poner su granito de arena en la vuelta del equipo rojillo a Primera División. La temporada del ascenso jugó 33 partidos y marcó 9 goles. En total el Cuco Ziganda consiguió 62 goles (35 en primera, 21 en segunda y 8 en copa).



La lista es corta, cada cual tendrá sus favoritos, pero algunos de los citados seguro que forman parte del once ideal de muchos osasunistas. El aficionado tiene donde elegir, pues son muchos los futbolistas criados en Tajonar, que han defendido con orgullo la camiseta de Osasuna: Miguel Flaño, Javier Flaño, Kike Barja, David García, Jon Moncayola, Kike Sola, Patxi Rípodas, Martín Monreal, Miguel Merino, Juan Manuel Yanguas, Unai García . . .

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